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Historia de Eindhoven
La ciudad de Eindhoven recibió los derechos de ciudad en 1232 de manos del Duque Hendrik I de Brabant, quien también le otorgo el derecho a organizar un mercado.
En los alrededores de la ciudad se han encontrado muchos objetos arqueológicos de la edad de piedra, la edad de bronce y de la época romana, aunque es probablemente a partir del siglo VIII cuando existe una residencia permanente en lo que por aquel entonces era tan solo un cruce de caminos.
Cuando la ciudad recibió los derechos de ciudad tan solo era un pequeño poblado agrícola fortificado, ubicado en una encrucijada de importantes rutas comerciales con ciudades como Lieja o Amberes. La causa principal por la que hoy es imposible saber exactamente más datos históricos de la ciudad es un gran incendio ocurrido en 1486 que destruyó gran parte de los archivos.
Entre los archivos que se salvaron del incendio se nombra que ya en el siglo XII existía la iglesia de Santa Catalina.
La concesión de los derechos de ciudad ofrecieron a la ciudad varias ventajas:
1- La posibilidad de mantener alguaciles y regidores, al que también se unió un tribunal local.
2- El derecho a mantener un mercado semanal reservado solo para residentes de la ciudad al que los habitantes de los alrededores estaban obligados a llevar sus mercancías para ponerlas en venta.
3- Además se impuso un peaje para impulsar el comercio, del que estaban exentos los comerciantes locales.
Entre 1412 y 1434 la ciudad fue reforzada defensivamente con la construcción de un nuevo castillo. Las murallas de la ciudad fueron mejoradas en varias ocasiones, en 1388 y en 1502. La muralla tenía entonces 5 entradas, aunque finalmente fue demolida en 1583 por orden del Duque de Parma tras la invasión de la ciudad por las tropas españolas durante la Guerra de los 80 años.
Durante la contienda con los españoles la ciudad cambio de manos en varias ocasiones. El castillo estaba tan dañado que con los años cayó en desuso y en 1676 fue demolido.
Entre 1609 y 1648 la ciudad recuperó la normalidad, aún pertenecía a los españoles, estos mantuvieron una guarnición en la ciudad que era tolerada con cierto recelo por los holandeses.
En 1629 la ciudad fue tomada finalmente por las fuerzas holandesas dirigidas por Frederick Hendrik. Aunque no fue hasta 1648 con la firma de la paz de Westafalia que se puso fin a la guerra de los ochenta años entre España y Países Bajos, con lo que la ciudad de Eindhoven formo parte nuevamente de las Provincias Unidas de Los Países Bajos.
A pesar de la paz, la región permaneció sensible al movimiento de tropas, en 1672 las tropas francesas intimidaron a la ciudad exigiendo dinero. Entre 1688 y 1697, durante la guerra de los nueve años, las tropas francesas se establecieron en la región. En 1702 la Guerra de Sucesión Española trajo nuevas dificultades a la ciudad. Entre 1740 y 1748, otra guerra, en este caso la Guerra de Sucesión Austriaca atrajo a la región un gran número de tropas.
Después del gran número de problemas que trajeron los tiempos violentos, la región se vio obligada a imponer altos impuestos, lo que ayudo el crecimiento a largo plazo de la ciudad. Con ellos se realizaron canalizaciones, se construyeron carretera y vías férreas, lo que ayudo al establecimiento de un gran número de empresas e industrias.
En 1800 la ciudad contaba con un gran número de empresas textiles. Durante años Eindhoven ha sido un importante centro de fabricación de sombreros.
También el tabaco fue una importante fuente de ingresos. En 1861 había 15 fabricas de cigarrillos. También la industria maderera representaba un parte importante de los ingresos.
La ciudad de Eindhoven ha estado vinculada a la industria, un pasado que hoy puede observarse en empresas como Philips o la empresa automovilística DAF.
A principios de 1900 la ciudad contaba con 5.000 habitantes, hoy con más de 200.000, Eindhoven es la quinta ciudad de Países Bajos. El número de habitantes ha ido en aumento durante los últimos 120 años de una manera impresionante. Pocas ciudades han crecido tan rápidamente y gran parte de este crecimiento ha venido de la mano de la empresa Philips.
En 1920 la ciudad ya contaba con casi 50.000 habitantes, cifra que fue duplicada en menos de 20 años. El ritmo de crecimiento ha disminuido en las últimas décadas, aunque a día de hoy la población sigue aumentando a un ritmo de 1000 nuevos habitantes cada años.
Sus edificios más emblemáticos sufrieron las consecuencias de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial en varias ocasiones.
El plan de reconstrucción se centro en la creación de oficinas y carreteras a través del centro, para lo que se demolieron más de 800 viviendas.
El centro de la ciudad fue reconstruido a partir de 1950 con las ideas enfrentadas de los arquitectos de la Escuela de Delft y los modernistas, por lo que en la ciudad pueden encontrarse zonas con estilos bien marcados.
La ciudad se ha convertido con el tiempo en un centro moderno, comercial, industrial y cultural de categoría internacional y de su mano llegaron también empresas mundiales famosas (de alta tecnología), deporte de alto nivel, diseño y tecnología, un aeropuerto, hoteles excelentes y centros de conferencia.
Se la conoce como "la ciudad de la luz" por la famosa marca de bombillas Philips (bombillas en sus orígenes) , hoy en día su actividad esta ligada a los medios audiovisuales y la tecnología. Aquí se creó también el primer cd o el primer vídeo.